¿Cuánto vale una vida? Para muchos, no tiene precio. Para algunos, puede tratarse de la cuenta de resultados.
Si su organización aún no cuenta con una solución o proceso de supervisión de la seguridad, puede pensar que está ahorrando dinero. Pero si no está supervisando la seguridad de los trabajadores solitarios, éstos corren un riesgo constante y su empresa se expone a fuertes multas y a un aumento de los pagos del seguro. Por no mencionar el tema del mundo real de enfrentarse a una tragedia en el lugar de trabajo y no haber hecho todo lo posible para prevenirla.
Aquí exploramos las consecuencias de renunciar a los programas de vigilancia de la seguridad de sus empleados.
LA MORAL DE LA EMPRESA
Si su organización no va a defender a sus empleados, ¿por qué iban a arriesgar sus corazones y almas? Si bien la reputación de la empresa es importante y retener a los empleados competentes, felices y dedicados es vital, algunas organizaciones creen que tienen el mejor interés de sus empleados en el corazón, cuando realmente el objetivo subyacente es la responsabilidad fiscal.
En las últimas décadas, los países desarrollados han dado un impulso legislativo y social concreto para mejorar los niveles de seguridad de los empleados en el lugar de trabajo. Los empresarios son responsables de proporcionar lugares de trabajo seguros y protegidos a los empleados. Sin embargo, ¿por qué se producen constantes violaciones de la seguridad cuando -en muchos casos- la seguridad de los empleados que trabajan solos no se tiene debidamente en cuenta en muchas organizaciones?
Tal vez sea el resultado de intentar optimizar la cuenta de resultados o tal vez por la falta de conciencia de una metodología mejor. Aunque la sociedad ha hecho grandes progresos en el ámbito de la seguridad de los trabajadores, tanto por la demanda legislativa como por la social, aún nos queda mucho camino por recorrer.
¿Está su organización dispuesta a pagar el precio final cuando una solución de supervisión de la seguridad inexistente o fallida está en juego? Muchas organizaciones juegan con la vida de los empleados y acaban pagando las graves consecuencias.
PAGANDO EL PRECIO DEFINITIVO
La realidad es que los trabajadores pierden la vida en el trabajo todos los días porque sus empleadores no tienen las políticas, los procedimientos y las soluciones de seguridad adecuadas para protegerlos.
Desde las muertes hasta las multas, algunas organizaciones pagan realmente el precio más alto. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cada año se producen 2,3 millones de muertes en el lugar de trabajo en todo el mundo. Aunque muchas de ellas pueden evitarse, las industrias pueden verse tentadas a esconder el problema bajo la alfombra, pagando cuantiosas multas en el proceso.
Recientemente, una empresa estadounidense dedicada a la fabricación de atún resolvió un incidente con víctimas mortales en el lugar de trabajo con un pago de 6.000.000 de dólares, el más alto en una muerte por infracción laboral en California. En Ontario, Canadá, una corporación fue multada con 750.000 dólares por negligencia criminal que causó la muerte de cuatro trabajadores, mientras que otra empresa fue multada con 120.000 dólares tras la muerte de un joven trabajador en un proyecto de gran altura. Estos son sólo un par de ejemplos canadienses, pero esta rendición de cuentas por negligencia se da en todo el mundo.
Y no sólo cuando se producen víctimas mortales. En Luisiana, Estados Unidos, un empresa de transporte fue multada con 156.000 dólares recientemente por exponer a sus trabajadores a diversos riesgos para la salud y la seguridad, sin que se haya producido todavía ninguna víctima mortal.
DANDO EJEMPLO
¿Pone usted la seguridad de sus empleados en primer lugar? Toda organización debe hacer de la seguridad la prioridad número 1.
La seguridad no debería ser, ni tiene por qué ser, la solución menos económica para un empresario. De hecho, la información de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá sobre la adopción de procesos de seguridad concretos y eficaces puede amortizarse mediante la reducción de las primas de seguro. Por ejemplo WorkSafeBC informa de que cuando una organización desarrolla y aplica un programa de salud y seguridad "la mejor manera de reducir los costes de los seguros es prevenir las lesiones. Un buen primer paso es desarrollar un programa completo de seguridad en el lugar de trabajo".
La reducción de costes y la automatización a gran escala de los procesos de supervisión de la seguridad se han hecho factibles en los últimos años. Como resultado, los costes de la implantación de sistemas de supervisión sólidos pueden compensarse ahora en gran medida, si no completamente, gracias a la mejora de la productividad de los empleados y al potencial de ahorro conseguido mediante la reducción de las primas de los seguros.
En 2014, Italia promulgó una legislación que permite a las organizaciones de todos los tamaños solicitar reducciones en el seguro nacional para los empleados, sobre la base de los programas de salud y seguridad implementados.
Puede llevar tiempo convencer a todos los empresarios del mundo de que adopten normas de seguridad basadas en la moral o en los reglamentos. Como hemos visto, incluso las naciones más desarrolladas del mundo no logran mantener el 100% de cumplimiento de las estrictas leyes de seguridad.
Cuando la seguridad se convierta en la máxima prioridad, tendremos por fin un mundo en el que todos lleguen a casa sanos y salvos. Cada uno de nosotros tiene el poder de hacerlo realidad.
Si bien hay muchos, muchos empleadores en todo el mundo que han optado por hacer de la seguridad de sus empleados una prioridad absoluta, todavía hay muchas organizaciones que carecen de la previsión, la compasión o el incentivo económico y continúan con un enfoque no centrado en la seguridad para mantener los costes bajos... y esta puede ser la raíz del problema.
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